jueves, 14 de julio de 2011

Recorriste tantos lugares antes de conocerme,
cultivaste tantos amores en corazones distintos.
Aprendiste a vivir la vida, minuto a minuto,
y cayendo noche a noche, botella tras botella,
sabías limpiar tu cara, pintar tus labios y comenzar otra vez.
Supe, que esta aventura no sería fácil,
pero forcé mis sentidos y me dejé llevar por lo incorrecto.
Grité al cielo que callara y se sentara tranquilo a mirar,
como te hacía cambiar.
Pero que te podía enseñar, que no te hubiese enseñado antes la vida?
que podría mostrarte del mundo, que antes otro anónimo artista no te hubiera mostrado?
Me sentí diminuto, congelado, frágil, y te miré, como nunca antes,
y tu mirada trataba de esconderse de la mía, como si quisieras terminar el acto y desaparecer del escenario.
Y comprendí mujer, comprendí la lágrima en tus ojos, comprendí el temblor en tus manos y comprendí tu miedo a mi reacción, y callé.
Tomaste tus ropas y te fuiste, cerraste la puerta y te desvaneciste.
Prendí un porro y me senté al borde de la ventana, donde por fin entendí tu silencio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario