lunes, 16 de agosto de 2010

En un lugar lejano se sienta una niña, una niña sola. Se sentía mas acompañada que nunca. El mar estaba callado, como queriéndola escuchar, la brisa se sentía tan suave, como queriéndola abrazar, y ella, sola, con una guitarra, decidió contar a toda voz su historia entre las rocas. Me contaron que nadie la había querido escuchar, hasta ese día.

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